El ABC de la computadora lenta
Al utilizar nuestra computadora de escritorio podemos llegar a notar a corto o largo plazo que la misma comienza a funcionar de un modo mucho más lento que lo habitual. Esto no necesariamente quiere decir que el equipo haya comenzado a fallar o esté roto, aunque claro está, es un síntoma de que algo no está funcionando correctamente.
Existen diferentes factores que pueden estar provocando una lentitud en los procesos de la PC, lo cual repercuta de manera directa en el uso que puede alcanzar el usuario, es decir que puede hacer que los programas tarden mucho en abrir, e incluso que se cuelguen ciertas aplicaciones.
Factores que pueden causar el problema
Reiniciar: Si hemos dejado el equipo funcionando durante varias horas, es posible que los procesos hayan generado que la PC se vuelva lenta, por lo cual una muy buena opción es reiniciar la computadora. Esto es lo primero que deberíamos hacer, y si no funciona podemos probar las siguientes opciones.
Programas funcionando en segundo plano: En general, el hecho de que existan programas que se encuentren funcionando en segundo plano suele ser una de las razones más comunes para el equipo se vuelva lento, por lo que lo más aconsejable es quitar o deshabilitar aquellos programas que se inician automáticamente cada vez que se enciende la PC.
Eliminación de archivos temporales: Este tipo de archivos son generados por los programas y se almacenan en el disco rígido, por lo que es conveniente eliminarlos con frecuencia, para lo cual podemos utilizar alguna herramienta como Windows Disk Cleanup. No obstante, este tipo de software no logrará eliminar todos los archivos temporales, por lo que es conveniente también borrar archivos temporales de forma manual. Siempre tengamos en cuenta que este tipo de archivos no son necesarios en el equipo.
Falta de espacio en el disco rígido: Para que nuestra PC funcione correctamente, es necesario que disponga de al menos 500 MB de espacio libre en el disco rígido. Es conveniente revisar en el apartado “Equipo” el espacio disponible del disco, y al mismo tiempo utilizar alguna herramienta como ScanDisk para verificar que el mismo no se encuentre dañado.
Presencia de virus: Es importante analizar si existe en el equipo software malicioso, por lo cual se hace imprescindible en la actualidad contar en la PC con un buen antivirus que nos mantenga protegidos, y que a su vez nos reporte la existencia de algún malware para poder eliminarlo.
Conflictos en el hardware: Este factor puede verificarse a través del “Administrador de dispositivos”. Si existe algún inconveniente al respecto se nos informará y podemos resolverlo fácilmente reemplazando el hardware dañado.
Actualización de Windows: Es sumamente importante que nos aseguremos que nuestra PC tiene instaladas todas las últimas actualizaciones del sistema operativo.
Actualización de los controladores: Al igual que el sistema operativo, es fundamental que los drivers instalados en el equipo se encuentren actualizados, especialmente los controladores de video.
La PC es antigua: Si poseemos un equipo que tiene más de 5 años de edad, esto podría llegar a ser la causa del bajo rendimiento de la misma. Tengamos en cuenta que el software más moderno requiere de moderno y potente software para funcionar, por lo que las PCs más antiguas no son capaces de ejecutar estos programas nuevos. En este caso, recomendamos considerar la posible compra de un nuevo equipo.